La mayoría de nosotros no damos mucha importancia – ni mucha atención – a nuestros pies, al menos no hasta que algo va mal. Ya sea que estés sufriendo de una condición específica o simplemente pases mucho tiempo de pie.
El pie es una estructura biológica que consta de 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Es la parte de nuestro cuerpo que está en contacto con el suelo, siendo su función principal permitirnos la locomoción, y es ahí donde radica su importancia y la de tener una buena pisada, ya que si ésta no es buena puede ocasionarnos problemas creando lesiones musculares y articulares. La importancia de la pisada es vital en todos los aspectos de nuestra vida, tanto a nivel de la vida cotidiana como la profesional, en el caso de los deportistas de elite. La pisada o apoyo varía mucho de una persona a otra, porque no sólo se tiene en cuenta el tipo de apoyo del pie sobre el suelo, sino que también es importante ver el gesto que adquiere el cuerpo en dicho apoyo; ver si la punta de los dedos se va hacia afuera o hacia dentro; observar el comportamiento de las rodillas, rotula, espalda, etc.
Muchos nos olvidamos de los pies, que son nuestro principal soporte. En invierno están cubiertos y ahora en verano salen más a la luz. Más allá de lo estético, despreocuparnos de su salud y de la prevención de enfermedades puede significar incluso su amputación, para el caso de los diabéticos.
- Calzado adecuado. Elige un calzado adecuado para tu día a día. Debe ser cómodo y que no apriete los pies y deje mover los dedos.
- Revisa tus pies a diario. Aprovecha en tu aseo diario para comprobar que no hay ningún problema. Por ejemplo ampollas o alguna inflamación.
- Lava, seca e hidrata. Lávalos cada día con atención, sécalos con detenimiento e hidrátalos una vez estén bien secos. Pero no dejes restos de crema hidratante, sobretodo entre los dedos. Extiéndela hasta que la piel absorba perfectamente la crema.
- Cuida las uñas de los pies. Para evitar problemas, corta las uñas rectas. Ni curvas ni cortando demasiado.
- Protégelos del frío y del calor. Utiliza un calzado que no te apriete y que evite que los pies se calienten. En épocas de frío, utiliza calcetines de fibras naturales y calzado que deje que los pies transpiren.
- Consulta con tu médico cuando sea necesario. Acudir al médico o al podólogo siempre que lo consideres necesario. No dejes de ir. Sentir dolor en los pies no es normal, así que consulta con tu médico.
Estos son algunos consejos a tener en cuenta para el cuidado de los pies.
El Cliné cuidamos de lo que te sostiene.
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